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Adriana Treebilcock Barvo - Gerente General
Propiedad intelectual
Hace unos días, me comentaron sobre si había la posibilidad de solicitarle a un proveedor nuestro y, que trabaja para la compañía desde hace varios años, si podíamos pedirle que un desarrollo que había realizado para un cliente y que le había gustado mucho, que no se lo ofreciera a otro cliente, con el fin de tener “cierta exclusividad”.
Estuve investigando y lo primero que encontré en Google al escribir las palabras PROPIEDAD INTELECTUAL fue este texto:
Propiedad Intelectual (PI): Se relaciona con las creaciones de la mente: invenciones, obras literarias y artísticas, así como símbolos, nombres e imágenes utilizados en el comercio. De la propiedad industrial y de la biotecnología se predican los derechos del creador y los derechos de explotación.
No soy abogada, no soy especializada en este tema, pero con alguna frecuencia se ha presentado esta situación.
Nuestra empresa tiene como razón social el marketing, los eventos, diseño, contact center y, todo lo que estas actividades necesiten para su realización y buen fin.
Al contratar un proveedor ya sea un artista, conferencista, diseñadores, programadores, ingenieros de sonido, luces, etc., etc., son muchos los etcéteras… porque como dije anteriormente, un evento incluye, de acuerdo con su propuesta y para un buen desarrollo, varios proveedores ya sea externos o lo que se llama in-house.
Todos, de alguna manera, todos, tienen una PROPIEDAD INTELECTUAL, tienen un conocimiento, ya sea porque lo han aprendido a través del tiempo, son empíricos, lo han estudiado, se han especializado, nacieron con un talento y habilidad innata y lo profesionalizaron.
Y por todo este trabajo o servicio, se pagan honorarios. Y si se quiere “la exclusividad” se paga un derecho de utilización que se definirá en un contrato, en un acuerdo, que valga la redundancia: con “la exclusividad”.
Nosotros como agencia, también tenemos nuestra PROPIEDAD INTELECTUAL, nos piden presentar una propuesta y nos la imaginamos, la creamos, la desarrollamos y la ejecutamos.
¡Aquí les dejo estas palabras, que también son de mi PROPIEDAD INTELECTUAL!